Importancia de la actividad física

La actividad física puede realizarse como disfrute y en tiempo libre, o bien practicarse como deporte a nivel de competencias con reglas ya establecidas para su práctica o como deporte para ejercitarse.

En los dos casos, la actividad física aporta a cualquier persona, salud tanto física como mental. En la parte física ayuda a mantener la salud, recuperarla o mejorar algunas deficiencias en esta área, además es una forma de canalizar la energía corporal. Ayuda a desarrollar cualidades físicas como: agilidad, coordinación, flexibilidad, resistencia, mejora la función del sistema cardíaco y respiratorio, entre otras.

 

En el área mental, la actividad física como deporte, fomenta valores como la disciplina, la perseverancia, el esfuerzo, la cooperación y el trabajo en equipo, permite a la persona proponerse nuevas metas y superar sus propios límites, trabaja también la comunicación y las emociones.

El deporte es considerado como una necesidad en el ser humano, pues ha sido practicado por la mayor parte de los pueblos de la humanidad, desde disciplinas sencillas hasta otras más complejas.

 

La práctica del deporte promueve:

  • Mantener una muy buena salud, y contrarrestar el sedentarismo, el cual generalmente está asociado a obesidad, hipertensión y la diabetes, entre otros.

  • Crear un espacio apropiado para el desarrollo de las relaciones sociales en un ambiente sano.

  • Dar sentido de pertenencia social (reconocimiento personal y social en el grupo).

  • Aportar positivamente en su autoestima.

  • Mantener un nivel progresivo y continuo de aprendizaje, a través del planteamiento y realización de metas específicas.

 

Diversas investigaciones han demostrado que el movimiento y el gesto son la base para el lenguaje oral. Así que la actividad física no solo promueve el desarrollo de un buen estado de salud corporal y mental, sino que es fundamental para el desarrollo de otras destrezas como la comunicación y otros procesos intelectuales.

En las primeras etapas de desarrollo del ser humano, los procesos de aprendizaje – incluyendo el deporte -, se trabajan a través del juego. Conforme la persona se va desarrollando, además de trabajar con el juego propiamente, se van incorporando la disciplina, la competencia y el trabajo en equipo.

Cada persona es diferente a otra, por lo que es importante que el programa de actividad física y deporte se adecúen a la persona, según su edad, estado físico, necesidades y objetivos específicos planteados.

 

La investigación “Salud, deporte y síndrome de Down” que ha venido trabajando la Universidad de Zaragoza en España desde el año 2005, demostró cómo el ejercicio físico moderado consigue mejorar de forma casi inmediata la resistencia cardiorrespiratoria y el consumo máximo de oxígeno en las personas con síndrome de Down, tomando en cuenta que algunas personas con síndrome de Down tienen mayor propensión a padecer problemas digestivos, cardiorrespiratorios, de movilidad y de coordinación, entre otros.

Fuentes: